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As we approach the registration deadline for our faith formation and sacramental preparation processes for the upcoming school year, which is quickly approaching on August 31, 2023, we invite parents with school-aged children to review these programs and consider enrolling your family as we embark on a journey of faith together. For all parents and everyone else, I encourage you to keep reading to better understand the process our parish is taking to grow passionate disciples of Jesus Christ.

Over the last several years, we have wholeheartedly dedicated ourselves to shaping our programs to better serve the needs of our beloved parish building on what we’ve already been doing as a parish family. We have been motivated by ongoing issues of retention after the celebration of the sacraments in our faith formation offerings, Mass attendance by our families involved in our formation programs, and the pleading for additional help by parents.

Through open conversations with our catechists, parents, and youth, we have come to understand the significant challenges that our families are facing. Time has become a precious commodity, leaving families feeling stretched and in need of meaningful family moments. Many parents express their concerns about their children not receiving the same depth of faith formation they experienced growing up or wished they had while growing up. We have seen how our Catholic values and traditions are often not appreciated or witnessed by our parish children and youth in the culture that surrounds their daily lives through school, friends, and sometimes even their own extended family.

In response, over the last four years, we have moved away from traditional "drop-off" programs where families leave the children for an hour or two at church once a week to get their dose of faith. Instead, we have embraced a process we call "The Way," inspired by the early Church found in the Acts of the Apostles. The Way involves three stages - encounter, equip, and witness - with active participation from both children, youth, and their parents. We believe that parents are the first catechists, the primary teachers of the faith for their children, and it is crucial to equip the entire family.

  • The first stage, encounter, focuses on a life-changing experience with Jesus Christ, where families hear the kerygma, the first proclamation of the faith, and immerse themselves in the life of the Trinity.

  • The second stage equips families for the mission of making disciples by deepening their understanding of faith, liturgy, sacraments, life in Christ, and prayer. We provide resources such as the Bible and the Catechism of the Catholic Faith to facilitate this journey.

  • Finally, the third stage empowers families to go out on mission, proclaiming the Gospel and inviting others to encounter Jesus Christ. We believe that the transformation experienced within families should extend beyond the confines of their homes, impacting the broader community.

Our dream is to offer families an opportunity for conversion and ongoing formation as passionate disciples of Jesus Christ. We envision families that pray together at home, actively participate in weekly Mass, are deeply involved in and supported by the life of the parish, and joyfully witness the Good News through their lives.

It is crucial to acknowledge that the responsibility of forming disciples does not solely rest on families themselves but involves the entire parish community. Each parishioner is called to be a living witness to our parish families, actively participating in this process of forming disciples. By witnessing our faith through our words, actions, and lives, we contribute to the growth and transformation of the entire community.

As we approach the registration deadline, I encourage you to prayerfully consider enrolling your family in our faith formation programs if you have school-aged children. And if you don't, I ask that you join us in prayer for and encouragement of our families on their faith journey. Together, let us faithfully continue this journey of faith, growing as passionate disciples of Jesus Christ, and witnessing the love of God to the world.

By Ricardo Valdez, Director of Faith Formation


El Camino: Creciendo la Próxima Generación de Discípulos Apasionados

A medida que nos acercamos a la fecha límite de inscripción para nuestros procesos de formación de fe y preparación sacramental para el próximo año escolar, que se acerca rápidamente el 31 de agosto de 2023, invitamos a los padres con hijos en edad escolar a revisar estos programas y considerar inscribir a su familia mientras nos embarcamos en un viaje de fe juntos. Para todos los padres y demás personas, los animo a seguir leyendo para comprender mejor el proceso que nuestra parroquia está llevando a cabo para formar discípulos apasionados de Jesucristo.

En los últimos años, nos hemos dedicado de corazón a dar forma a nuestros programas para satisfacer mejor las necesidades de nuestra querida parroquia, construyendo sobre lo que ya hemos estado haciendo como familia parroquial. Nos hemos motivado por problemas recurrentes de retención después de la celebración de los sacramentos en nuestras ofertas de formación de fe, la asistencia a misa de nuestras familias involucradas en nuestros programas de formación y la necesidad de ayuda adicional por parte de los padres.

A través de conversaciones abiertas con nuestros catequistas, padres y jóvenes, hemos llegado a comprender los desafíos significativos que enfrentan nuestras familias. El tiempo se ha convertido en un recurso preciado, dejando a las familias con la sensación de estar desbordadas y necesitando momentos familiares significativos. Muchos padres expresan sus preocupaciones acerca de que sus hijos no reciben la misma profundidad en la formación de la fe que ellos experimentaron mientras crecían, o que desearían haber tenido. Hemos visto cómo nuestros valores y tradiciones católicas a menudo no son apreciados ni presenciados por nuestros niños y jóvenes de la parroquia en la cultura que los rodea en su vida diaria a través de la escuela, los amigos y, a veces, incluso su propia familia extendida.

En respuesta, en los últimos cuatro años, nos hemos alejado de los programas tradicionales de "dejar a los niños" en los que las familias dejaban a sus hijos durante una hora o dos en la iglesia una vez a la semana para recibir su dosis de fe. En cambio, hemos adoptado un proceso que llamamos "El Camino", inspirado en la Iglesia primitiva que se encuentra en los Hechos de los Apóstoles. El Camino involucra tres etapas: encuentro, equipar y testificar, con la participación activa tanto de niños, jóvenes como de sus padres. Creemos que los padres son los primeros catequistas, los maestros primarios de la fe para sus hijos, y es crucial equipar a toda la familia.

  • La primera etapa, el encuentro, se centra en una experiencia transformadora con Jesucristo, donde las familias escuchan el kerygma, la primera proclamación de la fe, y se sumergen en la vida de la Trinidad.
  • La segunda etapa equipa a las familias para la misión de hacer discípulos profundizando su comprensión de la fe, la liturgia, los sacramentos, la vida en Cristo y la oración. Proporcionamos recursos como la Biblia y el Catecismo de la Fe Católica para facilitar este camino.
  • Finalmente, la tercera etapa empodera a las familias para salir en misión, proclamando el Evangelio e invitando a otros a encontrarse con Jesucristo. Creemos que la transformación experimentada dentro de las familias debe extenderse más allá de los límites de sus hogares, impactando a la comunidad en general.

Nuestro sueño es ofrecer a las familias una oportunidad de conversión y formación continua como discípulos apasionados de Jesucristo. Visualizamos familias que rezan juntas en casa, participan activamente en la misa semanal, están profundamente involucradas y respaldadas por la vida de la parroquia y testifican gozosamente la Buena Nueva a través de sus vidas.

Es crucial reconocer que la responsabilidad de formar discípulos no recae únicamente en las familias, sino que involucra a toda la comunidad parroquial. Cada feligrés está llamado a ser un testigo vivo para nuestras familias parroquiales, participando activamente en este proceso de formación de discípulos. Al testimoniar nuestra fe a través de nuestras palabras, acciones y vidas, contribuimos al crecimiento y transformación de toda la comunidad.

A medida que nos acercamos a la fecha límite de inscripción, los animo a considerar en oración la inscripción de su familia en nuestros programas de formación de fe si tienen hijos en edad escolar. Y si no tienen hijos en edad escolar, les pido que se unan a nosotros en oración y aliento para nuestras familias en su camino de fe. Juntos, sigamos fielmente este viaje de fe, creciendo como discípulos apasionados de Jesucristo y dando testimonio del amor de Dios al mundo.

Por Ricardo Valdez, Director de Formación de Fe